Salvados en el mar

Imagen cedida por MOAS.EU

Hay quien piensa que pagar una fortuna por una plaza en botes inhumanos en los que no tienes seguridad de que puedas llegar a algún lugar es una idea descabellada. Pero cuando tienes a la muerte pisándote los talones es lo que hay. En este artículo hablaremos de dos organizaciones que de forma diferente están intentando salvar todas esas vidas a la deriva para que lleguen a buen puerto.

Por una parte está Médicos sin Fronteras, que con sus tres botes ha rescatado, según datos tomados hasta el 25 de septiembre, 16.350 personas y asistido a un total de 17.516 personas. Como estos datos son de hace una par de meses, el número de personas habrá aumentado considerablemente. Sus principales puntos de acción los tienen en Italia y Grecia, aunque también actúan en Túnez, Serbia, Croacia y Francia. De hecho, en Túnez, colaboran con pescadores locales a los que les proporcionan material y entrenamiento para que les ayuden a salvar más vidas.

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Imagen cedida por Médicos sin Fronteras en la que se ve la ruta habitual de los refugiados.

En Italia trabajan en colaboración con el Ministerio de Sanidad ofreciendo servicios médicos desde el momento que llegan hasta que se van. También ofrecen ayuda psicológica para todos aquellos que han tenido experiencias traumáticas como naufragios o violencia física y mental. Están bien organizados. Tienen un equipo de numerosas personas, entre los que hay mediadores culturales o psicólogos, que son desplegados a los diferentes puertos nada más recibir una alerta. Estas alertas suelen provenir de las principales zonas de llegada, en puertos de Palermo, Augusta, Pozzallo, Catania y Lampedusa, donde ayuda a todos los inmigrantes a afrontar los primeros momentos de la llegada.

En Grecia la situación es un poco diferente porque las autoridades griegas no están ayudando demasiado, y eso que el número de personas que está llegado ha aumentado un 295% respecto a los ocho primeros meses del año pasado.  Por ejemplo, en la isla de Cos y el archipiélago de Dodecaneso no hay ningún sistema para recibir a todas estas personas, hay falta de refugios, comida y medicinas, por lo que muchos de los refugiados tienen que dormir sin techo. En estos lugares Médicos sin Fronteras intenta centrarse en los grupos más vulnerables ofreciendo asistencia médica y psicológica. Aunque en Atenas, Lesbos e Indomeni están proporcionando servicios similares a los de Italia, piden una mayor colaboración de las autoridades para actuar con mayor eficacia.

La otra historia de la que queríamos hablaros es un poco diferente, pero el objetivo es el mismo: salvar vidas. Resulta que un hombre con mucha pasta que estaba de vacaciones por el Mediterráneo en su yate decidió, tras el desastre de Lampedusa (más de 200 muertos), intentar rescatar a todas las personas que pudiese.

MOAS rescue 105 migrants in rubber dinghy October 4, 2014. Photo: Darrin Zammit Lupi/MOAS
MOAS rescató a 105 migrantes de una barca de plástico el 4 de octubre de 2014.
Foto: Darrin Zammit Lupi/MOAS

¿Cómo lo hizo? Como se ha dicho, tenía mucho dinero. Así que decidió comprarse un buque, el “Phoenix”, y traérselo desde Estados Unidos hasta Malta. Por si fuera poco, también compró botes salvavidas y dos aeronaves no tripuladas a control remoto (los famosos drones), y cuenta con un grupo de expertos médicos y de rescate. Y así es como nace MOAS, una ONG que lleva salvadas más de 11.600 vidas. Opera según las instrucciones recibidas por el Centro de Coordinación de Rescates. Lo que quieren esta pareja de millonarios, Chris y Regina Catrambone, es intentar que la gente se contagie un poco de lo que ellos están haciendo y que todos los que puedan ayudar lo hagan.

Así que esperamos que os contagiéis porque toda ayuda a estas personas es bienvenida.

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